Marzo. Esta es la tercera semana de cuarentena. Se supo que estaríamos encerrados algunos días pero esto parece no tener fin. Cada pedazo de información que leo de la pandemia me hace pensar que esto solo es el comienzo y unos cuantos meses después o mejor dicho un año, puedo confirmar que así fue.
Curiosamente en esos mismos tiempos comenzaba una nueva relación, una nueva vida. La dinámica de la cuarentena provocó que pasar tiempo juntos fuera diferente a cualquier cita o cualquier formato de pasar tiempo en pareja. Así que después de un par de noches durmiendo en camisetas de bandas y pedazos de ropa que no me gusta, decidí que era un buen momento de comprarme una buena pijama. Una que fuera linda pero sobre todo cómoda. Algo con lo que te levantes y te veas al espejo y no parezca que acaban de atropellarte básicamente.
Haciendo una búsqueda en internet, descubrí lo difícil que era encontrar una prenda de esta naturaleza, sobre todo que se adaptara a mi ritmo de vida. Una vida de trabajo sin parar, caminar a la oficina, video llamadas sin final, sacar al perrito a pasear o ir a comprar cigarros -lo que sea-.
Vi opciones y finalmente me animé a comprar un par y ahí empezó la historia: decepción….chichis de fuera, prendas estiradas a la primer lavada, reacciones en la piel, prints y diseños ¨femeninos¨ que solamente refuerzan la narrativa equivocada del género….en fin, no me reconocía a mi misma. Lo mejor que puedes encontrar tiene tonos eróticos o materiales cero cómodos que impiden a tu piel respirar.
Está muy bien usar prendas que te empoderen sexualmente, a quien no le gusta presumir uno que otro encaje, pero seamos realistas, no podemos vivir en esa línea los 365 días del año, necesitamos descansar en paz. El sueño tiene una relación directa con la salud mental y física. Que es justamente lo que más necesitamos en estos tiempos tan raros.
Así fue como Bestia Durmiente llegó, y después de fantasear un rato con mi hermana y ahora socia Alejandra, le dimos un poco de forma y para mi buena suerte una de mis mejores amigas de la Universidad, Alejandra Gomez, talentosa diseñadora de modas, llegó a darle mucho amor y el tono y personalidad que tanto necesitaba el proyecto. Ahora somos un trió de mujeres inconformes con la NO atención que recibe el ritual de dormir y que en lugar de quejarnos estamos haciendo algo al respecto. Queremos presentar este proyecto que con tanto amor construimos esperando que existan mas personxs inconformes o que vivan con un sentimiento similar al nuestro.
Larga vida a la bestia. Daniela Garza
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