¨Si hay magia en este planeta, está contenida en una gota de agua¨

Esta poderosa frase, fué escrita por el Antropólogo, escritor, ecologista y poeta Loran Eisely. Quién dedicó su carrera profesional a comprender la evolución humana y su conexión con el movimiento ecologista.

Nos encantó iniciar este breve artículo con esta reflexión, porque una vez más, la naturaleza nos demuestra su poder y sus beneficios, esta vez a través de las sales de baño.

Los beneficios del agua marina se conocen y aprovechan desde tiempos antiguos e incluso hay terapias como que se basan en las propiedades de la sal para la salud. Cuando no podemos acudir a este tipo de tratamientos y no tenemos una playa cerca, las sales de baño son el perfecto sustituto.

Todos necesitamos de un merecido break de vez en cuando y si este break incluye acciones que mejoran nuestra salud, ¡mucho mejor! Las sales de baño nos ayudan a cumplir con dos grandes objetivos: tomarnos un respiro y cuidar de nuestro bienestar. Además, darse unos baños de sal es más sencillo y barato de lo que puedes imaginar. Verás que con muy poco podrás crear tu Spa en casa y tener una opción más de actividad perfecta para los fines de semana.

Aquí te contamos algunos beneficios de estos baños de sales:

1. Efecto détox: Los minerales y los oligoelementos presentes en la sal ayudan a tu piel a liberar las toxinas mejorando tu bienestar en general.

2. Dolores musculares: un baño caliente con sales alivia los dolores musculares favoreciendo la desinflamación y aliviando la tensión muscular.

3. Reducir inflamaciones e irritaciones de la piel: la sal posee propiedades antiinflamatorias y antisépticas que ayudan a aliviar irritaciones de la piel causada por dermatitis, hongos en los pies, psoriasis, etc.

4. Protege la piel: la resequedad de la piel es un problema que puede afectarnos más cuando hace frío y tomar baños calientes con sal ayuda a mejorar la hidratación y reducir la sensación de tirantez.

5. Aliviar la inflamación articular: los baños calientes con sal son un remedio natural para aliviar el dolor de articulaciones típico en patologías como la artritis.

Utilizarlas es muy sencillo, te recomendamos llenar una tina de agua tibia, y poco a poco ve agregando sales. Unos 50 gramos pueden ser más que suficientes, aunque realmente la cantidad depende más de tu gusto. Deja que las sales hagan su efecto, se diluyan y posteriormente seca tus pies con una toalla seca. Si lo acompañas con un té de lavanda y manzanilla, ¡mucho mejor!

No te pierdas la oportunidad de crear un spa en tu casa.

Verás como cambia tu día.